Entre los electores que han emitido un voto válido, el 55,8% ha preferido votar en contra del texto que aprobó el Consejo Constitucional, mientras que el 44,2% votó a favor. Los votos nulos y blancos llegaron al 5,0%. Entonces, nos quedamos con la actual Constitución, es decir volvemos al mismo punto de partida de hace cuatro años, por lo que muy bien podemos concluir con una sentencia lapidaria: Hemos estado perdiendo el tiempo inútilmente y la “incertidumbre constitucional” continúa.
Considerando el resultado de los dos procesos constitucionales, tenemos entonces lo siguiente:
- El peor proyecto, o el más rechazado: La propuesta refundacional de la Convención de izquierda: (68% de rechazo).
- El proyecto menos rechazado; La propuesta de Chile Vamos y Republicanos, es decir de la derecha. (56% de rechazo).
Así, ni la izquierda ni la derecha pueden celebrar nada. El centro no puede ser evaluado, no ha tenido ningún protagonismo.
Este periodo de nuestra historia será recordado como un tiempo para olvidar, con nulo crecimiento, retroceso cultural, incremento de la criminalidad, repleto de corrupciones y gobiernos incapaces, y que como fin de la fiesta, la elite política ha mostrado lo increíble: la derecha queriendo cambiar la Constitución de “Pinochet” y la izquierda manteniéndola.
Nuestro Movimiento de Centro Democrático llamó en noviembre recién pasado a optar por el voto nulo o blanco, como expresión de rechazo a este proceso y a la vez planteó una salida a la “incertidumbre constitucional” que se preveía podía ocurrir.
Allí expresamos: “El sistema político es el corazón de una Constitución, y por lo tanto sería lógico haber esperado propuestas importantes –estructurales dirían algunos – para enfrentar tal desafío.
La leve disminución del número de diputados, la exigencia de mayores porcentajes para la obtención de escaños por Partido Político en la cámara de Diputados/as, son disposiciones claramente insustanciales. Que haya 7 partidos o que haya 15 partidos con representación parlamentaria, en nada alterará el hecho de que con la actual o la nueva Constitución, los Partidos Políticos y sus integrantes seguirán colonizando el Estado, degradando a las empresas estatales, corrompiendo la administración pública, inventando fórmulas para apacentarse a sí mismo y a sus amigos, preocupados por ser electos o reelectos, haciendo malas leyes, entre otras aberraciones, que arruinan la convivencia democrática…-Claramente, cualquiera sea el resultado, un gran caudal de recursos financieros que el Estado obtiene con los impuestos de todos los chilenos, habrá sido malgastado, o gastado inútilmente, peor aún, en un escenario económico tan delicado para muchos de nuestros compatriotas, que ven amenazadas sus fuentes laborales, y sus perspectivas de progreso material.”
Lo relevante para el futuro en el tema constitucional, es que los partidos y movimientos políticos expongan claramente a la ciudadanía cómo y en qué áreas es necesario y prudente cambios constitucionales. En el artículo ya citado, proponíamos lo siguiente y hoy lo ratificamos:
“Desde nuestro punto de vista, cualquier nueva iniciativa constitucional, deberá ser planteada en los programas de gobierno en dos años más. Desde ya, en nuestro Movimiento de Centro Democrático estudiaremos un proyecto de cambio acotado a algunos capítulos y artículos especialmente en el tema de los Partidos Políticos y Parlamento. Mientras tanto esperamos que el Gobierno gobierne y los parlamentarios legislen sobre los abundantes desafíos de nuestra convivencia”.
Para los próximos meses, nuestro Movimiento, iniciará con fuerza y decisión un posicionamiento programático en el centro político, un sector político y cultural que desde varios años se encuentra vacío y sin liderazgo.
Equipo MCD – 18 de diciembre 2023.