Equipo MCD – Diciembre 2023
La portada de la página web de “Fundación Tribu” se presenta con el llamativo título de “innovamos para transformar el futuro de la democracia”. Más adelante sostienen que “Exploramos nuevos modelos para la democracia, promovemos el gobierno abierto, e impulsamos tecnologías cívicas”.
Una de las innovaciones que han llevado a cabo en nuestro país, se denomina “Las y Los 400”, que consistió en un “Proceso de deliberación pública impulsado por la Fundación Tribu y el Centro para la Democracia Deliberativa de Stanford University, entidad creadora de la metodología, la que ha sido utilizada más de 100 veces alrededor del mundo en los últimos 30 años…”
“En la primera implementación participaron 514 personas provenientes de todas las regiones de Chile, quienes fueron seleccionadas por sorteo, con el propósito de lograr la mayor independencia, transversalidad y representatividad. De estas personas, 50,99% correspondieron mujeres y la edad promedio del grupo fue 40,57 años…”
“El proceso de conformación del grupo comenzó con el envío de alrededor de 25 mil cartas a viviendas de todo el país, a partir de lo definido por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, de acuerdo a la información censal y utilizando la herramienta “faro de aleatoriedad” del Laboratorio de Criptografía Aplicada y Ciberseguridad de la misma universidad, para posibilitar la verificabilidad transparente del proceso”.
Se debe destacar la participación de actores relevantes de la comunidad política, como lo son La Asociación Chilena de Municipalidades y el Senado de la República. El primero, seleccionó las dos temática motivo de consulta a los deliberantes: Pensiones y Salud, mientras que el Senado, a través de su Presidencia y de la Comisión de desafíos del futuro dieron respaldo político, especialmente a través de comentarios sobre la experiencia. También se contó con la asesoría y trabajo académico de la Universidad de Chile, en especial en el tema del muestreo.
Entonces, sobre cada uno de estos temas, se formularon 16 preguntas del tipo estructuradas, es decir con respuestas predeterminadas, las que debían ser respondidas por los deliberantes en dos ocasiones: Al inicio y al final del proceso deliberativo, que consistía en la realización de reuniones en grupos pequeños y en grupo ampliado, durante 3 días. Para la mejor comprensión de los deliberantes, la metodología incluyó las exposiciones de personas expertas en las temáticas, que desde sus prismas académicos, e ideológicos, planteaban sus opiniones y posturas, con el propósito de que los deliberantes decidieran las respuestas de final del proceso. Tribu lo expone así: “…abordan reformas concretas a los sistemas de pensiones y de salud; las cuales fueron presentadas a las y los participantes de forma balanceada (con argumentos a favor y en contra), y recogieron la diversidad de propuestas que han sido planteadas en los últimos diez años por comisiones asesoras presidenciales, proyectos de ley y centros de pensamiento de todo el espectro político”.
A modo de ilustración presentamos los resultados varias consultas específicas:
1. Crear una pensión base de $200.000 para el 80% de la población con menores ingresos:
- Desacuerdo: 11%
- Neutral: 15%
- Acuerdo: 74%
2. Crear un subsidio que aumente la pensión de los adultos mayores, que necesiten asistencia y cuidado de otra persona:
- Desacuerdo: 5%
- Neutral: 6%
- Acuerdo: 89%
3. Entregar a cada niño o niña nacida viva un subsidio de $1.000.000 al nacimiento, en su cuenta individual, para mejorar su pensión futura:
- Desacuerdo: 27%
- Neutral: 10%
- Acuerdo: 62%
4. Financiar servicios y atención para problemas de salud mental, tal como se hace con los problemas de carácter físico:
- Desacuerdo: 4%
- Neutral: 5%
- Acuerdo: 90%
A continuación, un somero análisis de los puntos débiles y fuertes de esta experiencia, que emergen de la revisión del proceso y sus resultados:
Anotamos dos puntos débiles:
El primero, es el tema de la representatividad ideológica de los deliberantes. En efecto, a pesar de que TRIBU sostiene que “Los resultados de este proceso de deliberación pública son estadísticamente representativos de la opinión del país…” (con un margen de error +- del 4%) nos queda la inmensa duda de cómo de 25.000 o 30.000 deliberantes potenciales, se llegó finalmente a solo 514. Porque, evidentemente es factible que la muestra final muy bien puede haberse conformado con un perfil similar a la población ciudadana chilena en variables como sexo, edad, región de residencia, nivel educacional y más, pero no queda claro cómo podría demostrarse que también tienen la misma autopercepción de su posición o preferencias políticas o valóricas.
Esta duda persiste con los antecedentes mostrados por TRIBU, aunque no es descartable que si tengan cierta evidencia al respecto, no presentada o no encontrada por nos. Entonces, a modo de conclusión, es posible que la muestra final de deliberantes tenga un muy marcado sesgo. En palabras muy simples, el grupo final puede haberse conformado con personas que tenían un altísimo interés en participar en este tipo de reflexiones y correlativamente, podrían tener en consecuencia, una inclinación hacia una tendencia del espectro político.
El segundo punto débil, es la metodología de preguntas independientes.
Aunque TRIBU, realiza algunas preguntas relacionadas entre sí, en el grueso de las mismas, se advierte una orientación a decidir sobre los temas consultados, de manera independiente, es decir que las consecuencias de responder una cuestión, no afecta lo que se responde en las demás. En otras palabras, este proceso de deliberación política, se basó en el principio de la no priorización, cuestión que en verdad es totalmente insostenible en un sistema político de verdad. Los resultados presentados más arriba, aunque evidentemente seleccionados de manera intencional, muestran lo que sucede en estas consultas. Todas (o casi) las personas quieren la paz mundial. Lo difícil en política es priorizar, en magnitud, tiempo, y energía. Gobernar es priorizar.
Entre los puntos fuertes anotamos también dos:
La existencia de metodologías para seleccionar de manera rápida y efectiva a ciudadanos de todo el país. En efecto, con el desarrollo de las tecnologías de la información, es posible que se puedan seleccionar muestras representativas de ciudadanos para múltiples temas y en infinidad de veces. No es necesario la participación de entidades extranjeras para levantar las muestras o para diseñar sistemas pertinentes de debate presencial, a distancia o mixtos. En Chile existen entidades públicas y privadas que están plenamente calificadas.
Un segundo tema a destacar es la positiva evaluación de sectores políticos de distinto signo, que TRIBU presenta en su página web, evaluación que se podría estar reflejando – lo planteamos como hipótesis – en la propuesta de Constitución política año 2023, que en su artículo 48 señala: “La ley establecerá foros de deliberación ciudadana que colaborarán en la resolución de una materia específica…el foro será escogido por un mecanismo de selección aleatoria…”.
Al parecer, y a pesar de lo difícil de escudriñar en las presentaciones sobre votaciones de los Consejeros Constitucionales, se podría inferir que el artículo señalado tuvo amplia aceptación, pues hubo una presentación de modificación bastante sustancial de dicho artículo, que no prosperó.
Como conclusión final, debemos agradecer a TRIBU por su potente esfuerzo en la línea de mejorar nuestra democracia. Estimamos que es un paso señero de la sociedad civil para visualizar o explorar alternativas de participación directa de la ciudadanía en el sistema político.